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Mantener la Salud en el Trabajo de Oficina

Mucha gente pasa la mayor parte del día en una oficina, frente a una pantalla, detrás de un escritorio durante la mayor parte de su vida laboral. A veces, algunas personas pasan tantas horas seguidas, todos los días sentados detrás de sus escritorios sin tomarse un tiempo libre para levantarse, estirar el cuerpo o caminar para descansar de esta rutina diaria poco saludable.

Estar sentado en un escritorio y frente a una pantalla todo el día ha contribuido sin duda a un estilo de vida más letárgico, y también contribuye en algunos casos como parte de las razones de la creciente epidemia de obesidad que se vive hoy en día en los Estados Unidos.

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Las personas con trabajos de oficina suelen desarrollar hábitos alimentarios poco saludables, lo que puede provocar un aumento de peso y una mala elección de la dieta. Estar quieto en un escritorio puede hacer que tengas antojos impulsivos de comida, que no ayudan a tu salud. Ansias de alimentos con mucho azúcar y conservantes poco saludables, como donuts, caramelos, patatas fritas o cualquier otro capricho malo de la cafetería de la oficina o del supermercado cercano. Por lo tanto, es importante asegurarse de empacar deliberadamente meriendas saludables en tu lonchera que te mantendrán con energía durante todo el día y que no paralizarán tu salud en el futuro.

El hecho es que ese trabajo de oficina no le hace ningún bien a tu abdomen. Es difícil mantenerse en forma cuando lo que haces la mayor parte del día es estar sentado. Además de tu forma física, tu salud general también se ve afectada cuando pasas la mayor parte del tiempo sentado. La falta de actividad física está relacionada con problemas de salud como las enfermedades cardíacas, la diabetes e incluso el cáncer de mama o de colon.

Entonces, ¿cómo puedes equilibrar tu trabajo de oficina con tu salud y tu forma física? A continuación te ofrecemos algunas ideas que puedes adoptar para crear algún tipo de actividad incluso a pesar de tu estilo de vida sedentario.

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  1. Cuidado con la postura

Uno de los mejores y más sencillos métodos es tener siempre presente la postura correcta, porque una mala postura puede afectar negativamente al cuerpo. Cuando se trata de sentarse en un escritorio, la parte inferior de la espalda puede sufrir dolores o estrés. Sentarse recto como te dijo tu madre es realmente saludable. Asegúrate de que tus hombros no están redondeados hacia delante, aprieta la parte baja del abdomen y no arquees la espalda.

  1. Mueve tu cuerpo

Es muy necesario incorporar el movimiento a tu trabajo. Las tareas pueden ser tan pequeñas como subir las escaleras en lugar del ascensor, dar un paseo en la pausa del almuerzo y comer mientras se trabaja, o levantarse para hacer algunos estiramientos. Estar sentado ejerce presión sobre la espalda, por lo que es necesario moverse regularmente en el escritorio para mejorar la salud de la espalda y aliviar la presión sobre los músculos. Los discos vertebrales obtienen los nutrientes a través del movimiento, por lo que la falta de movimiento les priva de recibir los nutrientes adecuados que necesitan, así que no te quedes sentado; haz uno o dos movimientos mientras trabajas, es más, todos los que puedas.

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  1. Haz pequeños descansos

Tómate un descanso de la silla y camina, estírate o rebota en una pelota de ejercicios. Rebotar sobre una pelota de ejercicios puede ayudar a fortalecer el tronco y estabilizar los músculos de la columna vertebral. Si la pelota de ejercicios no es lo tuyo, puedes pensar en cualquier otra actividad como el foam rolling, el yoga o el pilates para aliviar la tensión y mantenerte sano en el trabajo. Haz pequeñas pausas cada hora. Ve por un vaso de agua, ve a la fotocopiadora o ve al baño, así seguirás restaurando la curvatura natural de la columna vertebral.

  1. Aprovecha tu tiempo fuera del trabajo

El hecho de que trabajes en un escritorio durante ocho horas al día es una razón más para que te asegures de no volver a casa más tarde para sentarte frente al televisor durante otras ocho horas. Encuentra formas de dedicar activamente tu tiempo fuera del trabajo. Únete a una actividad de grupo, ve al gimnasio temprano o sal a pasear por la mañana tú solo o con tu familia por la tarde.

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  1. Trabajar de pie

Estar sentado durante mucho tiempo no es saludable para nadie. Tomar la opción de ponerte de pie de forma intermitente durante el trabajo no es del todo una mala idea. Cualquier cosa con tal de mantener los músculos de la espalda estirados a menudo y de asegurarte de que tus órganos vitales no se quedan parados todo el día.

  1. Participa en las actividades del trabajo

Intenta involucrarte en todo lo que ocurre en la oficina aunque no te interese realmente. Al menos es una excusa perfecta para dejar tu escritorio y distraer no sólo tu cuerpo sino también tu mente. Muchas oficinas juegan a los bolos, al golf o tienen un equipo de softball de la empresa. Puedes probarlo. No sólo conocerás mejor a tus compañeros de oficina, lo que acaba reduciendo el estrés en el trabajo, sino que tu cuerpo también hará el ejercicio que necesita desesperadamente.

Puntos clave a tener en cuenta: seis hábitos rápidos que puedes adoptar para mantenerte activo en tu trabajo de oficina;

  • Cuidar la postura al sentarse
  • Incorporar el movimiento corporal
  • Realizar descansos intermedios
  • Mantener la actividad fuera del trabajo
  • Trabajar de pie y;
  • Participar en actividades de oficina

Llevar una vida verdaderamente sana combina muchas cosas, desde comer bien hasta hacer suficiente ejercicio, pasando por mantener una mente sana. Ignorar cualquier aspecto del bienestar nunca es una buena idea y afectará sin duda a tu salud.

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